Mi abuelo paterno murió a los cincuenta y pocos... y mi padre se sentía emocionado de poder cumplir esta cifra tan redonda. Por esto, quería darle una sorpresita... ¡y vaya si lo he conseguido!
Algunos pensarán que es algo infantil... pero... ¿por qué los globos solo tienen que ser para los niños? ¡¡Para mí no hay fiesta sin globos!! Y en esta ocasión, bien animados y coloridos.